LA METODOLOGIA PERICIAL DE LA PSIQUIATRIA FORENSE

•junio 7, 2023 • Deja un comentario

DEFINICIÓN DE LA ENTREVISTA PSIQUIÁTRICA

Dr. Daniel Alejandro Navarro. Presidente de FINTECO. Sociedad miembro de la WPA.

Profesor Titular de Medicina Legal, Facultad de Medicina, Univesidad Favaloro.

Profesor Adjunto de Salud Mental , Facultad de Medicina, UCES.

Docente Adcripto Salud Mental, Facultad de Medicina UBA.

Jefe de Seccion del Hospital Psiquiatrico Borda

La entrevista psiquiátrica,  es  principalmente,  una situación de comunicación vocal, en un grupo de dos, más o menos voluntariamente integrado, sobre una base progresivamente desarrollada de experto-cliente, con el propósito de elucidar pautas características de vivir del sujeto entrevistado, el paciente o el cliente, y qué pautas o normas experimenta como particularmente productoras de dificultades o especialmente valiosas y en la revelación de las cuales espera obtener un beneficio.

Según el maestro español Juan José Carrasco Gómez “La entrevista psiquiátrica es el instrumento principal y básico usado por el psiquiatra para conseguir un conocimiento del paciente y la naturaleza de su problema. Es el principal instrumento de evaluación del paciente psiquiátrico. Aun con los cambios en el diagnostico de los trastornos mentales con criterios estandarizados, asi como por el avance de las técnicas complementarias, como imágenes cerebrales, la entrevista psiquiátrica sigue siendo el medio indispensable de evaluación del paciente psiquiátrico, y el método individual principal para llegar a una compresión del paciente que manifiesta signos o síntomas de un trastorno psiquiátrico (Scheiber, 1996)”

La entrevista clínica es considerada crucial en medicina y esencial en psiquiatría, donde no solo es esencial, sino que podría ser el procedimiento propia de la psiquiatría. Todas las interacciones de la psiquiatría, el diagnóstico y la evaluación inicial, se desarrollan en el contexto de la entrevista (Strauss, 1979; Lanteri Laura y Tevissen, 1996)

A través de la entrevista se obtiene información para llegar al diagnóstico y establecer un tratamiento o pautas de intervención. Para obtener esta información y valorar el estado mental, un método muy válido es observar, conversar y explorar al paciente o persona a peritar.

La observación, que se puede hacer sin la colaboración del interesado, supone la anotación de todos los aspectos de la presentación y comportamiento que ofrece el informado, tales como la apariencia, nivel de conciencia, actividad psicomotora, actitudes de defensa, de negativismo, oposicionistas, etc

Mediante la conversación puede valorarse desde el inicio la actitud, la fluidez del pensamiento y el lenguaje, la riqueza y lógica del discurso y otras funciones como la orientación, la atención, las capacidades de memorias y, identificado. obtener información con relación a la anamnesis, que incluye la recogida de datos personales y de cuantos detalles de interés médico haya tenido a lo largo de su vida el sujeto, antecedentes familiares, personales, desarrollo pato biográfico, comienzo y desarrollo de la enfermedad actual.

La exploración y valoración del estado psíquico actual se hace mediante la exploración psicopatológica, que consiste en la búsqueda de datos en relación con el funcionamiento psíquico y es un método para acceder a las vivencias más íntimas del paciente, como el estado de ánimo y humor, las motivaciones la percepción, el contenido del pensamiento, la introspección, etc.

Se obtienen datos, acerca de signos y síntomas, valiosos para el diagnóstico sindrómico o por entidades clínicas, pensamiento, percepción, capacidad intelectual, estado afectivo/humor, consumo de sustancias, etc. Para valorar estos datos, el informado debe prestar su colaboración y querer y poder expresar, a su manera, su mundo vivencial.

Cada síntoma tiene su valor, pero no es suficiente para hacer un diagnóstico, es preciso ponerlo en relación con otros síntomas y con las circunstancias propias de cada enfermo. En ocasiones, hay fenómenos psicopatológicos difíciles de descubrir por la exploración y se precisa observar al enfermo no solo en exploraciones sucesivas, sino observar sus conductas y comportamientos, las relaciones y su manera de estar en su entorno, así como acceder a la información procedente de otras personas próximas.

La entrevista supone diálogo y relación con la persona. La transferencia, como movimiento emocional recíproco, tan necesario y fundamental en la entrevista clínica con fines diagnósticos terapéuticos, en la entrevista con fines periciales, también lo es, y además debe producirse en unas circunstancias donde pueden surgir más elementos distorsionadores.

Al crear el clima afectivo entre entrevistador y entrevistado, genera confianza y permite acceder y explorar áreas del psiquismo que son la colaboración del entrevistado no seria posible, como es el relato vivencia y subjetivo de sus fenómenos psíquicos. Y no solo acceder lo que dice, sino igualmente a lo que no se dice tiene, asimismo, un indudable valor. así , la tonalidad afectiva, lloros, crisis emocionales, el tono del lenguaje empleado, los silencios que se crean, las dudas, titubeos, el estado de ansiedad ante la prueba, la reticencia, la negación, la reserva, etc.

Metodología de la evaluación psiquiátrica

Para ilustrar acerca de la metodología científica que utiliza la psiquiatría, acudiremos a las Directrices para la práctica clínica, elaboradas por la American Pychiatric Association (APA, 1996, versión en español, Edika Med, Barcelona 1997)

El instrumento principal de la valoración del psiquiatra es la entrevista  con el paciente, las evaluaciones basadas en la revisión de datos registrados y de entrevistas de personas próximas al paciente presentan una limitación intrínseca. La entrevista debe realizarse de manera que optimice la capacidad de respaldar los intentos del paciente de contar su historia, al tiempo que se obtiene, simultáneamente la información necesaria. Los estudios empíricos del proceso de entrevista sugieren que la información más completa y exacta es la que se obtienen con la combinación de los dos métodos siguientes

  1. Preguntas abiertas, escuchando las respuestas con empatía.
  2. Preguntas estructuradas respecto a acontecimientos y síntomas específicos.

Cuando la finalidad es la evaluación general es mejor empezar con preguntas abiertas realizadas con empatía acerca de las preocupaciones del paciente. La satisfacción del paciente con las preguntas abiertas es máxima cuando el psiquiatra le proporciona una retroacción en uno o varios momentos de la entrevista, se ha observado que preguntas estructuradas sistemáticas son especialmente útiles para obtener información acerca del consumo de drogas y acerca de los episodios traumáticos de la vida y también para determinar la presencia o ausencia de síntomas y signos específicos indicativos de un determina trastorno mental.

El psiquiatra debe comentar con el paciente la finalidad de la evaluación. Se debe analizar si el tiempo que se ha previsto destinar a la entrevista es suficiente para los fines de la evaluación y debe establecer un orden de prioridad en los objetivos de la misma o ampliar el tiempo según sea el apropiado. Debe darse prioridad  a la valoración de la seguridad del paciente y a la identificación de todo posible trastorno medico general o mental que requiera tratamiento urgente.  Las preocupaciones más acuciantes del paciente deben recibir prioridad, siempre que sea posible. El método concreto a utilizar y las secuencias de la entrevista queda a juicio del criterio clínico del psiquiatra

Que  no dice este manual de la AAP acerca del uso de pruebas diagnósticas de la psiquiatría?

Incluye las destinadas a los siguientes fines

  1. Descartar o detectar la presencia de un trastorno o estado que tenga consecuencias en cuanto al tratamiento. Por ejemplo los análisis de orina para la detección del uso de sustancias psicoactivas.
  2. Determinar la seguridad relativa y/o dosis apropiada o las posibles alternativas terapéuticas. Por ejemplo evaluar funciones hematológica, tiroidea, renal y cardiaca en un paciente con trastorno bipolar.
  3. Establecer una valoración basal que permita efectuar un seguimiento de respuesta al tratamiento. Por ejemplo puede ser necesario un ECG para facilitar la detección de los efectos de los medicamentos sobre el corazón o previamente para prescribir algunos fármacos.

Dada la amplia gama de situaciones clínicas que evalúan los psiquiatras, no existen unas normas generales respecto a las pruebas que deben utilizarse de manera sistemática.

Vemos en la guía citada que la entrevista psiquiátrica constituye el método diagnóstico de la especialidad, la cual no incluye, ni siquiera como estudio complementario un informe psicodiagnostico.

Efectivamente señala Alfonso Fernándezla libre conversación con el enfermo mental representa la técnica exploratoria más segura y completa, cuyo material debe elaborarse después adecuadamente con el concurso de la compresión psicológica, la exploración somatopsiquica y el análisis fenomenológico. Lo importante en la exploración es saber ver a los enfermos. Hay quien no aprende en toda su vida.

En el Manual de psiquiatría de Vallejo Ruiloba, Ed. Salvat, Barcelona, 1996,  Poch y Talarin señalan “La entrevista es, sin duda alguna, el instrumento de evaluación psicológica más usado y extendido. La entrevista puede definirse como una conversación que tiene una finalidad o una meta., si bien este propósito variara en función del contexto donde la entrevista tenga lugar, sea cual sea el contexto, toda entrevista tiene un objetivo, obtener información útil para su posterior uso, uso diagnóstico y terapéutico en el ámbito que nos ocupa.

La entrevista psiquiátrica es el elemento más importante en la evaluación y cuidado de las personas afectadas por una enfermedad mental. Su propósito principal es obtener información para establecer un diagnóstico basado en criterios. Este proceso, útil para la predicción del curso de la enfermedad y su pronóstico, conduce decisiones terapéuticas. Una entrevista psiquiátrica bien dirigida permite un conocimiento multidimensional de los elementos biopsicosociales del trastorno y proporciona los datos necesarios para que el psiquiatra, en colaboración con el paciente, desarrolle un plan terapéutico personalizado. Los dos elementos globales de la entrevista psiquiátrica son la anamnesis o historia clínica del paciente y la exploración de la salud mental o psiquiátrica. La anamnesis se basa en el relato subjetivo del paciente y, en algunos casos, la información colateral proporcionada por otros profesionales sanitarios, por su parte, es la herramienta más objetiva del entrevistador, similar a la exploración física que en otras de las especialidades de la medicina se realizan. (https://www.institutosuperiordeneurociencias.org/la-entrevista-psiquiatrica )

El ilustre maestro Prof. Dr. E. F. P.  Bonnet, en su Tratado de Psicopatología y Psiquiatría Forenses (López Libreros Editores, 1ra edición, Tomo 1ro. Pág. 257/258, Buenos Aires, 1983:   “Ningún test mental, ningún electroencefalograma, ningún examen biológico o electrocardiográfico, por más terminantes que sean los resultados alcanzados, pueden por sí solos desplazar del puesto de vanguardia el examen clínico psiquiátrico”…….. “El test mental es, siempre, un examen complementario. Todos los exámenes complementarios, cualquiera que sea su tipo, podrán situarse en apoyo en oposición a los signos, síntomas o síndromes clínicos recogidos por el examen semiológico, pero por si solos, jamás prevalecerán o decidirán un diagnóstico clínico psicopatológico o psiquiátrico final”.

 “Esta es nuestra opinión, pero creemos que a los efectos de dejar perfectamente aclarado el problema, no resultan superfluas las opiniones de tres maestros de la psiquiatría contemporánea: Wyrsch, López Ibor y Manfred Bleuler; quienes, cada cual a su turno han manifestado: “los test son por sí solos insuficientes para el examen. Son meros medios auxiliares: lo esencial es el examen psiquiátrico” (Wirsch). “Con los test no puede de ninguna manera abrigarse la pretensión de alcanzar un diagnóstico clínico. Jamás deben utilizarse como elemento decisivo en un conflicto jurídico”. (López Ibor). “El reconocimiento a través del diálogo directo con el enfermo, no puede jamás ser sustituido por el esquematismo de una exploración por medio de test” (Manfred Bleuler). Más si esto pudiera ser motivo de objeción, en el sentido de que son referencias generales, he aquí la opinión de Bohm respecto del (test) de Rorschach: “solo es un medio auxiliar del diagnóstico”.

Efectivamente es  la entrevista psiquíatra paciente el método por excelencia de diagnóstico y tratamiento de la psiquiatría (American Pychiatric Association (APA, 1996, versión en español, Edika Med, Barcelona 1997)

Una entrevista psiquiátrica tiene como elemento central un entrevista con el paciente, los datos recogidos en integran con los que pueden recabarse a través de los antecedentes y registros  médicos. Para completar una evaluación psiquiátrica se requiere generalmente de una hora, en función de la complejidad del problema y la capacidad y voluntad del paciente para cooperar, pudiendo ser necesarios varios encuentros con el paciente. Pueden ser apropiadas evaluaciones de menor alcance cuando  se llama al psiquiatra para abordar una cuestión diagnostica o terapéutica especifica.

Objetivos de una evaluación psiquiátrica

  1. Establecer un diagnóstico en psiquiátrica.
  2. Obtener datos suficientes para permitir una formulación del caso.
  3. Desarrollar un plan de tratamiento inicial, presentando especial atención a las posibles intervenciones inmediatas que puedan ser necesarias para garantizar la seguridad del paciente o, si la evaluación es un nuevo examen de un paciente en tratamiento crónico, para modificar el plan de tratamiento en función de las nuevas perspectivas obtenidas a través de la evaluación

La entrevista proporciona al psiquiatra una muestra de la conducta interpersonal y los procesos emocionales del paciente, que puede respaldar y  matizar las inferencias diagnosticas realizadas a partir de la historia clínica y puede ayudar a establecer pronosticó y tratamiento. Puede obtenerse información importante mediante la observación de la forma en que el paciente reduce al mínimo o exagera determinados aspectos de su historia, la determinación de si determinadas preguntas parecen evocar un titubeo o signos de malestar y del estilo general de relación del paciente. Otras observaciones son las relativas a la capacidad de comunicación del paciente  respecto a las cuestiones emocionales, los mecanismos de defensa que utiliza al comentar cuestiones emocionalmente importantes y  las respuestas del paciente a los comentarios del psiquiatra y a otras conductas, como la forma que el psiquiatra maneja las interrupciones o los límites del tiempo.

El examen del estado mental contiene los siguientes elementos centrales

  1. Aspecto y comportamiento general del paciente.
  2. Expresiones del estado de ánimo y la afectividad del paciente.
  3. Características del habla y del lenguaje del paciente (ej ritmo, rigidez, estructura, flujo de ideas y características patológicas como tangencialidad, vaguedad, incoherencia o neologismos).
  4. Rapidez de los movimientos del paciente y presencia de posibles posturas o movimientos involuntarios, repetitivos o poco comunes.
  5. Pensamientos y percepciones actuales del paciente.
  6. Preocupaciones, problemas, pensamientos, impulsos y experiencias perceptivas expresadas espontáneamente.
  7. Síntomas cognitivos y perceptivos de trastornos mentales específicos, provocados generalmente mediante un interrogatorios especifico y que corresponde a alucinaciones , delirios, ideas de referencia, obsesiones y compulsiones.
  8. Ideas, sentimientos o impulsos suicidas, homicidas, violentos o de autolesión. Si se dan, se obtiene una información detalladas respecto a la intensidad y especificidad, los momentos en que se producen y lo que impide al pacientes llevarlos a la práctica.
  9. Características de las asociaciones del paciente, como las asociaciones idiosincrásicas o laxas y las afirmaciones autocontradictorias.
  10. Conocimiento que tiene el paciente de su situación actual.
  11. Elementos del estado cognitivo del paciente, incluyendo
  12. Nivel de conciencia.
  13. Orientación
  14. Atención y concentración
  15. Funciones del lenguaje (denominación, fluidez, compresión, repetición, lectura, escritura)
  16. Memoria.
  17. Fondo de conocimiento (apropiado para el origen sociocultura y estudios del paciente).
  18. Calculo (apropiado para los estudios del paciente)
  19. Razonamiento abstracto.
  20. Funciones ejecutivas (por ejemplo elaboración de listas, inhibición de respuestas impulsivas, resistencia a la distracción, identificación de contradicciones)
  21. Calidad del Juicio.

La entrevista en el ámbito forense

Si en la práctica clínica la técnica de una buena y útil entrevista psiquiátrica es de por sí compleja y exige la técnica y las cualidades el entrevistador ya referidas, la entrevista psiquiátrica en el ámbito forense, tiene algunas particularidades que complejizan la misma.

Desde el principio, las circunstancias son diferentes, y a interesado no acude al Psiquiatra en busca de la persona que a solucionar el problema que le inquieta y perturba, sino que resulta  de la decisión de realizar una prueba pericial, tomada por el juez, por si mismo o a instancia del Fiscal o de otras partes interesadas en el procedimiento ,  lo cual genera con frecuencia reserva, desconfianza o clara negativa, o la intención de agravar un cuadro psiquiátrico o la simulación del mismo.

Siempre debe solicitarse el consentimiento informado, es decir presentarse como psiquiatra, explicar los motivos de la evaluación y que el informe que se realice será presentado ante el órgano judicial que lo solicita, cuestión esta que difiere de la entrevista en el ámbito clínico, donde rige en secreto profesional, por lo cual no puede brindarse información a terceros, sin la autorización expresa del paciente o situaciones de riesgo obliguen a realizarlo. Sin consentimiento no puede realizarse evaluación psiquiátrica alguna.

 La misma debe realizarse en un ambiente propicio, de intimidad, tranquilo y confortable en lo posible, situaciones estas de difícil concreción en los ámbitos carcelarios, calabozos u oficinas judiciales, sin la presencia de personal de seguridad en lo posible. Al igual que en el ámbito clínico debe intentar crease un clima de confiabilidad entre el evaluador y el evaluado a los efectos de lograr una entrevista fructífera   que permita obtener la información necesaria. La entrevista será abierta en una primera etapa permitiendo al evaluado explayarse y luego se realizarán preguntas puntuales acerca de los acontecimientos padecidos y sus secuelas. Es importante que en sede penal no resulta adecuado trascribir el relato de los hechos acerca de los cuales el evaluado es investigado, pues puede resultar en una confesión de los hechos en un ámbito no adecuado, lo que viola el derecho a la defensa. Asimismo, en la victima es importante que la evaluación que se realice queda fielmente registrada, a los efectos de evitar nuevas evaluaciones y la consiguiente revictimización. También es importante enfrentar la evaluación sin prejuicios ni opiniones ya tomada acerca de la cuestión, de la cual surge el impedimento legal de ser perito si se ha emitido opinión previa a la evaluación. Recordar además que rige el secreto procesal por lo cual el perito solo puede informar el resultado de la evaluación al juzgado o fiscalía que lo solicita.

LA METODOLOGIA EN PSIQUIATRIA NO INCLUYE LA ADMINISTRACION DE TEST. IMPOSIBILIDAD DE PEDIR AUXILIO A TERCEROS NO DESIGNADOS.

Resulta claro que si la designación en el   expediente es como médico psiquiatra, y se  ha actuado acorde a las normas de la profesión,  utilizando los instrumentos científicos que  brinda la especialidad, la entrevista con el paciente, a quien denominamos reclamante, supuesta víctima o actor en los procesos judiciales donde actuamos como perito. Si se ha respetado dicha metodología nada puede reprocharse al perito

Cuando se cuestiona la no realización de una batería de test psicológicos, y se pretende   impugnar una pericia psiquiátrica que como veremos utiliza una metodología pericial diferente, la cuestionamiento carece de rigor científico .   Efectivamente debe tenerse presenta que la metodología de la psiquiatría es distinta de la psicología, Daray nos lo recuerda: “También existe una franja de la psiquiatría, que es la que más ha influido hasta el presente en los dictámenes periciales, basada en un examen clínico, en la observación y en la escucha del entrevistado, para determinar los síntomas patológicos” , metodología científica  que no incluye la utilización de pruebas psicotécnicas (psicodiagnóstico) por ser su utilización campo de la psicología.  (Daray Hernán. Daño psicológico. Ed. Astrea, Buenos Aires).

Hernán Daray   señala las diferencias que se establecen entre la psiquiatría y la psicología: “Tal diferencia obedece a que se fundan en dispares marcos teóricos, que tienen distinta concepción de la salud y de la enfermedad, que se emplean técnicas de evaluación que pueden ser no semejantes o aplicadas de la misma manera, que existen diferencias en la interpretación semiológica y que, en definitiva, cada una propone un esquema de tratamiento específico. Por otro lado, vimos que quienes reclaman indemnización por el daño psicológico pueden optar un perito médico psiquiatra o psicólogo. Esa elección debe ser coherente además en la designación de un consultor técnico y con los puntos de pericia que se propongan. La congruencia tiene que ser mantenida aun en los pedidos de explicaciones o impugnaciones que en tiempo y forma se interpongan al peritaje presentado. No sería aceptable que si un peritaje se admitió dentro de un encuadre psiquiátrico sea cuestionado con principios propios y exclusivos del psicoanálisis. De lo contrario resultaría sumamente factible descalificar al mejor de los estudios que pudieran realizarse”. (Daray Hernán. Daño psicológico. Ed. Astrea, Buenos Aires.) 

Es decir que, como bien señala el Dr. Daray, no corresponde impugnar u observar un informe pericial médico porque este no ha ordenado la práctica de técnicas psicométricas. Asimismo, es el perito quien debe evaluar al sujeto y solicitar las pruebas complementarias que considere pertinente.

Se tratan de profesiones distintas, por ende, metodologías distintas, que tienen el mismo objeto de estudio: la conducta humana, normal y patológica.  Esta metodología, en la psiquiatría, no incluye la administración de test, lo cual no significa una minusvalía en su trabajo, sino otro camino cuyo objetivo es asesorar a VS acerca del estado psíquico del actor. La calidad y validez de los diagnósticos informados están relacionadas con la capacidad del evaluador y no si ha administrado test o no.

Los exámenes complementarios, como los psicodiagnósticos, son meramente complementarios, y quedan su pedido a criterio del perito evaluador. Es como pretender impugnar el informe de un traumatólogo porque el mismo no solicito una Resonancia Magnética Nuclear para evaluar una fractura, cuando puede evaluarse adecuadamente con una radiografía. La experiencia me ha ensañado que los estudios complementarios deben solicitarse cuando sean necesarios y no por simple formalidad. Máxime en el caso que los mismos tengan un costo elevado y aporten poca información, ya que después los exámenes periciales no se concluyen por la ausencia de los exámenes solicitados con el consecuente retraso en la obtención de justicia.

Incluso la práctica de test psicológicos es cuestionada por algunos psiquiatras, López Ibor señala al respecto: «El deseo de construir un dictamen psiquiátrico con la máxima objetividad lleva al uso y abuso de las pruebas o test psicológicos. Se pretende, con ello, establecer una analogía con lo que ocurre en medicina somática: el diagnóstico de una tuberculosis o de un tifus cuando el análisis nos lo demuestra. Esa pretensión es radicalmente equivocada. La objetividad del dictamen debe nacer de otra fuente. Aun en aquellas raras enfermedades psiquiátricas en las que un análisis u otra prueba objetiva apoya el diagnóstico, su insuficiencia para estos fines es evidente. Un líquido cefalorraquídeo positivo o un electroencefalograma típico de epilepsia no exime de la necesidad, precisamente en la situación jurídica, de profundizar en el análisis psicopatológico.  Por otra parte, sobre el valor de los test y su contribución al diagnóstico psiquiátrico, hay mucho que hablar, y ahora no puedo más que resumir, en unas cuantas proposiciones, mi criterio. El diagnóstico psiquiátrico no puede, en modo alguno, apoyarse en los test. Estos sirven para completar la observación o para perfilar algún punto. Ni siquiera los test de edad mental son tan fehacientes como se cree. He visto una vez establecerse una gran colisión entre varios dictámenes psiquiátricos a propósito de si un test de Binet-Simon estaba o no correctamente hecho y si había o no algún error en las valoraciones. A mí me parece mucho más justo y ecuánime establecer el diagnóstico de debilidad mental mediante un estudio completo del curso vital del enfermo en cuestión. Es un error pretender medir la inteligencia como el sastre mide la anchura de la espalda o el largo del pantalón. Los test son útiles en tanto ayudan al clínico al conocimiento de la estructura de la persona que tienen delante; pero jamás deben considerarse como argumento decisivo en un conflicto jurídico. Nada ayuda tanto al conocimiento de un enfermo como el conocer su historia personal. Los test, cuando resultan evidentes (por ejemplo, la determinación de una edad mental) tienen la ventaja de que demuestran muy plásticamente la tesis que se defiende”. (López Ibor, «Problemas de Psiquiatría Forense con Arreglo a la Legislación Española», en H.J. Weitbretch, Manual de Psiquiatría).

La función del   perito es indagar,  desde la ciencia psiquiátrica si el hecho denunciado  de litis se ha inscripto a nivel inconsciente de modo traumático. Para ello, la observación y lectura clínica constituyen la herramienta central del quehacer psiquiátrico, no siendo esto un dispositivo asentado en el sentido común y subjetividad, sino al contrario asentado en un dispositivo científico y técnico cualitativo y particular del quehacer psiquiátrico, donde el profesional posee los conocimientos y la habilidad para analizar el discurso latente y manifiesto del peritado, llegando a conclusiones objetivas.

Recordemos además que es la propia justicia quien acude al psiquiatra y a su metodología pericial en varias situaciones ( por citar solo algunas CP Art 34, Art 77, CC art. 142, Art 152, Art 3116) , no puede livianamente la demandada, intentar denostar una metodología pericial (Psiquiatría Forense) que acude diariamente a tribunales, cuyo ejercicio  requiere de más de 12 años de estudios universitarios y una intensa practica posterior y cuyo accionar se encuentra encomendado por variados artículos de los Códigos Civiles y Penales Argentinos, así como por la Jurisprudencia, con la única razón que es contraria a sus intereses.

El  informe pericial es  consecuencia de la lectura y análisis del expediente judicial, las entrevista con la actora  y la bibliografía adecuada.  Incluso haber convocado un psicólogo para que realice un estudio  psicodiagnóstico , significa que un profesional no designado  analice el presente expediente,   lo cual seria imposible,  y responda los puntos de periciales correspondientes. Es decir seria convocar a un perito psicólogo   a realizar una actividad pericial, lo cual   esta vedado por los códigos vigentes y  seria motivo de impugnación del dictamen. 

Asimismo otra cuestión no menor  es que el perito carece de la potestad de designar peritos, los psicodiagnosticos no son realizables en Instituciones Publicas ni Sociales, por la especificidad del mismo, la ausencia de turnos, la falta de capacitación de los profesionales en los mismos en la realización de exámenes judiciales, la negativa de las instituciones, destinadas a bridar salud y no a la realización de exámenes judiciales, para lo cual son  designados los peritos. Siendo  harto conocido que la metodología pericial de la psiquiatría forense no incluye la administración de test,  por lo cual la impugnación carece  de argumentación científica valida y se sentido común.

Más aún señala el presidente de la CSJ, Ricardo Lorenzatti en su libro Responsabilidad Civil de los Médicos, Al experto se le pide un dictamen personal y conforme a los parámetros de la ciencia de la cual es especialista. Es decir el dictamen es personal no puedo emitir un dictamen compartido con un profesional de otra profesión al que debería designar (licenciado en psicología) tampoco es atribución de los médicos psiquiatras administrar ni analizar test.

Además , más allá de estas cuestiones procesales,  no considero  que un examen psicodiagnóstico aporte elementos más importantes que todos los que me llevaron a emitir el dictamen pericial :

A. Una exhaustiva lectura del presente expediente y  trascripción  de los testimonios relacionados con la salud de la actora.

B. Las entrevistas psiquiátricas con la actora, expuestas en el informe pericial

C. La búsqueda bibliográfica correspondiente.

Munido de estos elementos, he realizado un   minucioso análisis del caso y la redacción del presente informe pericial

En definitiva, corresponde al perito solicitar o no la realización de exámenes complementarios, lo que deben evaluar el juez, es si el informe presentado fue realizado con ciencia y arte, si la designación en el  expediente es como médico psiquiatra, deviene ilógico, pretencer impugnar un trabajo pericial realizado según la metodología de la psiquiatría, debiendo plantearse los rechazos a la prueba pericial psiquiátrica en el momento procesal oportuno.   

El proceso de evaluación  se debe  realizar  de acuerdo con los manuales de estilo de la psiquiatría, se deben  mantener  dos o  tres  entrevistas con el  actor, de una duración aproximada de 60 minutos y se debe realizar  una atenta lectura del expediente

Corresponde señalar que la capacitación  universitaria de un psiquiatra se realiza  en el trascurso de 12 años como minino ( 7 años en la carrera de medicina más 5 años de especialidad, ) a lo que se suma en mi caso  la especialidad en medicina legal. Sin que los años de capacitación acrediten capacidad per se, nos encontramos ante una especialidad (la psiquiatría) que requiere de un extenso proceso de experiencia y aprendizaje, no requiriéndose para emitir un dictamen , obligatoriamente, de la opinión de otro experto en otra profesión (psicología) , con la ilusión de que este pudiera aportar elementos distintos al profundo trabajo pericial  psiquiátrico , lo cual  puede ser interpretado como mera excusa para impugnar un informe pericial que interpreta como contrario a sus intereses.

Efectivamente, una licenciatura en psicología, con 5 años de estudios universitarios, habilita para la realización de test psicológicos, considerar que por la utilización de dicha técnicas pueden obtenerse evaluaciones de calidad superior a la brindada por este perito es algo que no se corresponde con la realidad, además también resulta ser una técnica interpretable por el administrador, según capacitación y evaluación subjetiva.

Estas explicaciones brindadas acerca de la cuestión, que los psiquiatras  no utilizan test psicológicos para fundamentar sus conclusiones, restan fundamento valido a la impugnaciones  relacionadas con la ausencia de test psicológicos , ya que lo que debe  cuestionarse es  la metodología de  psiquiatría forense,  requisito indispensable para fundar cualquier impugnación, y no puede cuestiornarse la no utilziacion de test ya que los mismos no forman parten de la psiquiatría.

Efectivamente un perito psiquiatra no puede incorporar un psicodiagnóstico confeccionado por un tercero ajeno al proceso, previa delegación de su actividad, pese a que debería haberlo realizado él en forma personal, en tanto sus responsabilidades y obligaciones como auxiliar de la justicia son personales, intransferibles y indelegables.

 En los autos  «MANCUSO MARÍA LAURA Y OTRO C/ MORE LUIS Y OTROS S/ DS. Y PS.»Expte. N° 3861, en trámite por ante el Juzgado Civil y Comercial nº 7 de La Matanza, la Dra. Laura Inés Orlando abordó el asunto con profundidad y quirúrgica precisión respecto de la naturaleza de los distintos actos preparatorios y su indelegabilidad.

El análisis efectuado en el antecedente, en tanto la situación fáctica es idéntica, es plenamente aplicable en autos. Así sostuvo, «…San Justo, 21 de diciembre de 2009.). «….Al respecto se ha resuelto que «si se ha practicado un informe pericial médico sobre la base de una tarea pericial que no ha realizado el perito médico desinsaculado en los autos, sino un psicólogo, que no es perito de lista ni ha sido autorizado a practicar informes periciales en autos. Los peritos deben efectuar por sí mismos las respectivas tareas periciales, sin delegarlas en terceros, salvo que por la naturaleza de las mismas, sea necesario la realización de estudios complementarios (radiografías, análisis químicos, etc.) y fuera imprescindible la intervención de especialistas, en cuyo caso deben informar al Juez acerca de tales circunstancias para que éste, con el debido contralor de las partes, disponga las medidas que correspondan (arts. 462, 467, 471. y conc. CPC). No resulta ocioso recordar que los peritos que deben actuar en los procesos judiciales, tienen que inscribirse previamente en las listas correspondientes, de acuerdo al Reglamento establecido en la Acordada 2828/96 de la Suprema Corte de Justicia, cumpliendo los pertinentes requisitos de admisión, sin perjuicio del supuesto que expresamente contempla el art. 462 del CPC».

EN CONCLUSION.

  1. La metodología de la psiquiatría es la entrevista con el paciente. En psiquiatría forense agregamos el análisis del expediente y la documental medica obrante en autos.
  2. La evaluación pericial psiquiátrica no incluye la administración de test psicodiagnósticos, instrumentos que utiliza la psicología.
  3. El perito psiquiatra, no solo no debe administrar test sino que tiene vedado, por imperativo procesal, incorporar a su informe pericial un estudio psicodiagnóstico elaborado por un tercero no designado en el expediente, so pena de nulidad del informe.
  4. En caso que hubiese designado en un expediente judicial un perito psicólogo y un  perito psiquiatra, es conveniente la realización de un informe en conjunto interdisciplinario. En caso de no ser posible deberá el perito psiquiatra esperar el informe psicológico se presente en autos a los efectos de elaborar su informe, que podrá ser coincidente con este o no, debiendo fundamentarse.

V Congreso Internacional de Criminología, Psicología, y Psiquiatría Forense

•abril 13, 2009 • Deja un comentario

Buenos Aires, Argentina – 22 al 24 de Octubre de 2013.

Centro Cultural de la Cooperación.
Corrientes 1543 – Ciudad de Buenos Aires – Argentina

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